miércoles, 15 de abril de 2009

Another Prick in The Wall



El Intendente de San Isidro, Gustavo Posse, no tuvo mejor idea para combatir la inseguridad que construir un muro que separe San Isidro (zona conocida por ser de clase alta) de San Fernando (zona de gente pobre, de clase baja), cosa que ya había hecho el Intendente de Paraná, José Carlos Halle, como "medida de seguridad".


Demostrando una vez más que la estupidez no tiene límites algunos, nos llegó este plato fuerte desde la vecina orilla (como toda noticia de carácter "bochornoso" que después imitamos), que habla de una polémica construcción para proteger a los de plata, como si fuera una medida tomada por el monarca de turno en la España del Medioevo.


El Intendente de la zona high, Gustavo Posse, a pedido de 33 personas, ordenó la construcción de un muro para garantizar la seguridad de los barrios de Villa Jardín y La Horqueta (ubicados en San Isidro, claro está). Posse argumentó que "el 100% de los delitos que se practican en la zona obrera de Villa Jardín y en la zona residencial de la Horqueta no son delincuentes de San Isidro. Entonces, el problema es eliminar ese corredor no por el tema de los vecinos de San Fernando, sino que esa zona queda expuesta a la autopista y acceso a Tigre" (según el, las zonas "inseguras" por las cuales se levantó el muro). Aparte de esto, dijo que su extensión sería de 270 metros y que "no es un muro".


Las información que circuló por portales como el de diario Perfil y Cronista.com nos dice que el muro tendría (si es que se vuelve a intentar) una extensión de 1.700 metros, y se ubicaría sobre la Av. Uruguay, que es la calle que separa los partidos de San Isidro y San Fernando.


Por su parte, el Intendente de San Fernando, Gerardo Amieiro, dialogó con radio La Red la semana pasada y afirmó que nadie le dijo nada sobre levantar un muro para proteger de la inseguridad a los vecinos de las zonas ricas, y que rechazaba de plano la iniciativa. Aseguró que "no hay ningún indicador de zona caliente" de inseguridad en Villa Jardín, a la vez que agregó: "Con este se dividen familias, hermanos, organizaciones sociales y el libre acceso a escuelas. (...) Se están cerrando veredas, lo que no cumple con normas y con preceptos constitucionales. (...) Acá hay instituciones en común en los dos distritos y esto marca una clara demostración de discriminación y de xenofobia y por eso estamos recurriendo a la Justicia con un recurso de Amparo".




Ahora vamos al muro de Paraná, que estuvo hasta hace poco levantado, pero se mantuvo tres meses ahí.



El otro Intendente "preocupado" por la seguridad de sus contribuyentes de élite es el de Paraná, José Carlos Halle. Ahora, no sabemos como calificar la medida, ya que este muro se ubicaba entre dos barrios marginales de Paraná: Lomas del Mirador I y II. Los vecinos del primer Lomas del Mirador venían pidiendo la construcción de un muro hace tiempo, ya que acusan al segundo LDM de ser una zona conflictiva.

Este paredón, que hacía poco más de tres meses que se había terminado de construir, era de 30 metros de largo por 2 de ancho, dividiendo así los barrios anteriormente mencionados. El pasado lunes 13, los vecinos de LDM II (motivados por como se derribó el muro de San Isidro) lo derribaron a martillazos y con otros objetos contundentes. Los vecinos dijeron que lo hicieron porque se sentían discriminados. Uno de ellos dijo al canal de TV local que "ellos nos cortaron el paso peatonal", mientras que otra vecina expresó: “Queremos que esto se caiga para que pueda pasar la gente. Ellos decían que el patio es privado, pero no es así".



Hay varios puntos en esta cuestión: creo que lo primero que hay que remarcar y tener en cuenta es la carga elevadísima de fascismo y despotismo que tiene esta medida (ya que después van a buscar el voto de los pobres, el voto marginal), que es digna de un animal como Hitler, Mussolini o Hiroito.

Lo otro que habría que analizar es cómo puede ser que personas que tomen ese tipo de medidas puedan seguir en el poder. Desde el desconocimiento pregunto: ¿no hay manera de llevarlo a juicio político por discriminación? O capaz que los mismos vecinos podrían derrocarlo, como hizo toda la Argentina con De la Rúa, solo que esto sería en menor medida.

También surgen dos preguntas: ¿Qué clase de personas les dan el aval a estos muchachos para tomar esa medida? O sino, ¿quienes se lo piden y con qué autoridad se lo piden?. Contando eso como una, voy a la otra: Si el muro de San Isidro se construía y se mantenía, ¿la gente de Lomas del Mirador continuaba vivendo con un muro por delante?

Por último, la pregunta sobre el juicio político lleva a la más importante y la más general de las preguntas: ¿El gobierno nacional no puede hacer nada en estos casos? (aplíquese esta para cualquier gobierno del mundo en una situación como la de los muros).



Hay tela para cortar, medianeras que tirar abajo, revoque para tirar y escombros que limpiar sobre este tema. No solo eso, sino que hay miedo de que se vuelva a repetir.




Saludos.
Mauricio



Fuentes: www.urgente24.com, www.perfil.com, www.cronista.com
Foto: www.multimediosprisma.com