miércoles, 19 de agosto de 2009

Solo voces como ecos, como atroces chistes sin gracia


La justicia argentina condenó a Omar Chabán a 20 años de prisión como el principal responsable de las 194 muertes que dejó el incendio en el boliche República Cromañón, ocurrido el 30 de diciembre de 2004, mientras que los integrantes de Callejeros fueron absueltos. El manager de la banda, Diego Argañaraz, y el subcomisario de la ciudad de Buenos Aires, Carlos Díaz, fueron condenados con 18 años.



Otros imputados que recibieron penas fueron las ex funcionarias del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Fabiana Fizbin y Ana María Fernández, a dos años de prisión y cuatro de inhabilitación para ocupar un cargo público. Raúl Villarreal, quien fuera mano derecha de Chabán, le dieron un año de prisión en suspenso y tendrá que hacer trabajos comunitarios. Queda por remarcar que, hasta que no quede firme la sentencia, ninguno va preso.

Después del fallo, los seguidores de Callejeros celebraron la absolución de los músicos, al tiempo que los familiares de las víctimas, no conformes con el fallo, insultaron a Callejeros y se terminaron enfrentando con la policía dentro y fuera del juzgado, en donde las inmediaciones de la plaza Lavalle terminaron siendo una zona de guerra por el lapso de media hora aproximadamente.


Varios puntos: La querella pidió 23 años para Chabán y le dieron 20. Entonces, particularmente no entiendo la disconformidad de los familiares con la pena para Chabán exclusivamente. ¿No hubiera sido mejor pedir más años de condena? En ese caso, la querella actuó mal, pero los familiares de las víctimas (seguramente enceguecidos por el dolor) culpan al fallo. Repaso: no concuerdan con un fallo de 20 años de prisión, cuando sus representantes legales pidieron 23.

El manager si, la banda no: Por más que todos toman decisiones, la última palabra de los arreglos con el dueño del local de donde vas a tocar la tiene el manager, sea quien sea. En algunos casos el manager es la propia banda, en otros casos es un particular. Pero si hay algún cambio a último momento en la organización, el primero en enterarse es el manager, y quien ve si ese cambio es viable o no, es el manager. Para algo están. La banda los contrata para poder ocuparse de tocar, que es para lo que están. Si no se comprueba que los mismos Callejeros cortaban entradas en la puerta, revisaban las mochilas y dejaban pasar las bengalas, el beneficio de la duda está bien dado jurídicamente hablando.

Las otras condenas: La razón de la condena del subcomisario Díaz fue incendio doloso y cohecho pasivo. Fizbin y Fernández, las ex funcionarias públicas, fueron condenadas por incumplimiento de deberes de funcionario público. Al colaborador de Chabán, Raúl Villarreal, se le dio un año de prisión en suspenso por ser partícipe secundario del delito de cohecho activo, y debe cumplir tareas comunitarias.

El cotidiano bochorno, por partida triple: los familiares de las víctimas, enseguida de conocer la absolución de Callejeros, comenzaron a insultarlos y hasta se tuvo que parar momentáneamente la lectura de la sentencia. Cuando se terminó la lectura, comenzaron los incidentes dentro y fuera del juzgado, que tuvieron ribetes de batalla campal. Tanto fue así que tuvo que intervenir la Infantería y camiones hidrantes de la policía, y hasta llegaron ambulancias del SAME a asistir a algún herido o personas en crisis nerviosas.

El otro hecho lamentable es eso de que “hasta que la sentencia no quede firme, nadie va preso”. ¿De dónde salió eso? Si tenés que ir preso, esperás adentro a que se afirme o no la sentencia y punto. Ahí si que no hay vuelta que darle.

Pero la frutilla de la torta es la actitud de los familiares con los Callejeros. Compruebo lo dicho anteriormente: los familiares están enceguecidos por el dolor. Están tan, pero tan ciegos, que se olvidaron que varios de los integrantes de la banda perdieron familiares y amigos en el incendio de República Cromañón.

¿Entonces qué es esto? ¿Tu dolor vale más que el mío, por eso te puedo decir “asesino, hijo de puta”? ¿Los Callejeros se cagan en la muerte de sus familiares con tal de “provocar” a los familiares de las demás víctimas? Clarísima comprobación de que el dolor ciega, y también atrofia la memoria.


En cuanto al fallo, ya dije que discrepo con eso de que nadie va preso hasta que la sentencia no quede firme. Creo también que le tendrían que haber dado algún año más a Chabán y su mano derecha, ya que el hecho de dejar cerrada con candado una puerta de emergencia en un boliche pasado de su capacidad en casi un 200% me parece muy grave.

Pero aclaro que concuerdo con la absolución de Callejeros. Don’t blame the music. Los músicos están para tocar, su manager para arreglar detalles y el dueño del lugar que se haga cargo del resto, como de no dejar entrar fuegos artificiales a un lugar cerrado bajo ningún motivo. Y bue... entonces de todos los vivos que hay en la vuelta que prenden fuegos artificiales en lugares cerrados ni empiezo a hablar, ¿no?



Se que pido memoria y razón entre el dolor, pero por favor, todos los seres humanos, hagamos el intento.




Saludos.
Mauricio


Fuentes: Clarín (http://www.clarin.com.ar/), Todo Noticias
Foto: Clarín (http://www.clarin.com.ar/)